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Diferencias entre Psicología y Psicoanálisis
La terapia cognitivo-conductual se basa en cómo las personas organizan sus cogniciones (pensamientos), las interpretan y en las pautas de aprendizaje.
El paradigma central sostiene: "No son los hechos en sí, sino la interpretación que hacemos de ellos lo que nos afecta".
El concepto de cognición (del latín: cognoscere, "conocer") hace referencia a la facultad de los seres de procesar información a partir de la percepción, el conocimiento adquirido y características subjetivas que permiten valorar y considerar ciertos aspectos en detrimento de otros. Incluye creencias y esquemas mentales.
El concepto conductual hace referencia a las conductas que se origina de las emociones y cogniciones. Es la forma en que se percibe a sí mismo, a los demás, a los acontecimientos que le ocurren y al mundo que lo rodea. Las interpretaciones que extraemos de todo ese conjunto determinan nuestro comportamiento y nuestros sentimientos.
El origen de los trastornos psicológicos se encuentra en el uso de mecanismos inadecuados debido a un aprendizaje erróneo y a una percepción e interpretación distorsionada de la realidad.
Para resolver un problema, hay que modificar creencias y conductas erróneas.
La terapia se inicia con los antecedentes (factores precipitantes) del conflicto, sus consecuencias y los factores mantenedores.
Luego se establecen claramente los objetivos de tratamiento paso por paso para comprobar los progresos obtenidos.
La terapia cognitivo-conductual cuenta con respaldo empírico e investigación científica. Se caracteriza por:
v Ser breve (entre 12-20 sesiones)
v Se centra en el presenta, buscando una solución al problema en el aquí y ahora.
v Existe una relación terapéutica de colaboración.
v Es fundamental las prescripciones (tareas) que se realizan entre sesiones.
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Tengo como objetivo terapéutico generar un clima de confianza y respeto que le permita a la persona involucrarse en el proceso de cambio, ayudándola a conocer y utilizar sus potencialidades como recursos positivos.
Se trabaja en conjunto la psicoeducación como herramienta terapéutica fundamental, mediante la cual el consultante puede aprender técnicas específicas de afrontamiento para su dificultad actual, aplicarlas y conocer su fundamento teórico.
La terapia se caracteriza por ser:
- Directiva
- Breve
- Focalizada
- Adaptada a cada persona
A diferencia de otras terapias, esta se basa en la “resolución del problema en el aquí y ahora” destinada al bienestar emocional.
Es fundamental que la terapia se adapte a cada persona.
Respetando la subjetividad del consultante y sus necesidades actuales. Por lo cual la terapia es dinámica, puede comenzar con una modalidad de tratamiento y proseguir con otra completamente diferente de acuerdo a la evolución y de lo que en dicho momento se requiera. Empleando variedad de técnicas.
La terapia es breve, entre 25-40 sesiones aproximadamente, que se orientan al alivio de la situación conflictiva actual.
Se realiza una investigación profunda acerca del / los síntomas para llevar a cabo una intervención estratégica que permita el resultado positivo.
No se centra en el pasado, sino que se busca una solución aquí y ahora para poder llevar una vida más saludable.
De acuerdo a cada paciente puede trabajarse de manera convencional ó realizar actividades innovadoras, con el fin de producir la reducción de síntomas. Es una terapia dinámica. En la que el terapeuta ocupa un rol activo y el paciente no se caracteriza con un rol pasivo, sino con alta participación.
Se diseña un plan de tratamiento personalizado. Programándose tareas semanales.
El terapeuta lleva un registro escrito de las intervenciones- actividades realizadas, así como de los cambios producidos para facilitar el seguimiento de la evolución de cada paciente.
Pasos a seguir:
1° El primer paso son las hipótesis iniciales que el terapeuta co - construye con el paciente. Estas hipótesis son formuladas a modo de explicaciones que ligan problemas enunciados con posibles causas, decisión sobre los aspectos que se empezarán a abordarse, definición y acuerdo sobre la modalidad de trabajo elegida y consideración sobre los aspectos objetivos hacia donde se orientará el proceso. Al acordar los objetivos con el paciente se estable un orden de prioridades: se diferencian objetivos a corto plazo de objetivos a largo plazo, teniendo en cuenta el tipo de trastorno psicológico, efectos de la vida personal, familiar, laboral y social, cronicidad del mismo y dinámica del ordenamiento de la experiencia del malestar.
2° A corto plazo, los objetivos se suelen orientar a la producción de algún cambio que provea de alivio al sufrimiento actual del paciente. Las intervenciones incluyen ejercicios cognitivo - conductuales, tales como: registro diario de pensamientos distorsionados, búsqueda de soluciones alternativas, ejercicios de imaginería, etc.
El consultante debe tener en cuenta que "Las soluciones intentadas son el problema", por lo cual hay que buscar nuevas alternativas.
3° A largo plazo, la tarea se encamina hacia la revisión y modificación de esquemas, desde los más superficiales hasta las estructuras constitutivas de la identidad.
Dudas frecuentes:
¿Cuáles son los pasos? ¿Cómo se trabaja? ¿Se diferencia del psicoanálisis?
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Al leer este artículo tienen una de las tantas evidencias suficientes como para ponderar la terapia cognitiva - conductual por sobre el psicoanálisis (el cual está basado en la experiencia
personal clínica, desactualizado, sin considerar lo avalado científicamente).
"Tener información permite tomar más y mejores decisiones, infórmese antes de poner en manos de cualquiera su salud mental"